Pasión y vida por todo el sureste mexicano

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Por Macuspato

Viajar siempre genera emoción y alegría, el proceso de la planeación de todo un itinerario suele ser base para disfrutar el trayecto antes de partir.
Y es así como acompañado por un gran promotor y difusor de la gallística, Jorge Carlos Briceño Sosa, emprendimos la aventura sin contemplar que las cosas suelen salirse del plan y hace más placentero el disfrute por lo inesperado, la primera parada del viaje fue Pomuch, en el estado de Campeche, y después de degustar la gastronomía típica del lugar proseguimos hasta Tabasco, en el municipio de Macuspana, lugar de relevancia nacional por ser la cuna del Presidente de la república mexicana, allí se genera el dialogo franco y sincero con grandes del mundo de la gallística, por mencionar a Julio C. Portales.

Si la sociedad pudiera ser testigo de esas conversaciones podría darse cuenta que todo se genera en torno a la pasión y gran camaradería, que se habla y respira emoción, entusiasmo y buena vibra dando relevancia y respeto al gallo de combate.

Siguiente parada muy obligada, si se quiere tener referencia con veracidad, es el lugar donde se encuentra el ilustre caballero don Ricardo Rubio, yucateco radicado en San Andrés Tuxtla, del estado Veracruz, reconocido y respetado en el mundo del gallo de pelea, quien nos comparte un cumulo de experiencias, historia, y conocimiento en esta arte de identidad nacional, queda de manifiesto la frase que cita: “donde hay un gallero, hay un amigo”, esta máxima se cumple a cabalidad, sin duda alguna.

En Chiapas, nos Honra con su amistad un honorable personaje de nombre Miguel Ángel Zúñiga Urbina, quien abriendo las puertas de su gallera nos permite apreciar la pasión que le generan las aves de combate; no se puede ignorar cada gesto, cada expresión, cada movimiento, todos ellos movidos por el amor y pasión impresos en el alma de un hombre que disfruta lo que hace.

Las memorias de un viaje permiten ver para quien tiene un poco de entendimiento que los gallos de pelea no son una mera y corriente actividad sanguinaria, como se pretende dibujar en el subconsciente colectivo que habla de entrega, de amistad, de respeto, de camaradería, de caballerismo y de identidad nacional.

¡Los gallos de combate, Patrimonio Cultural Inmaterial de México