Mientras el flamante alcalde de Progreso Julián Zacarias, sueña con gobernar el estado, su municipio se inunda en violencia y narcomenusdistas.
Pese que Progreso cuenta con un Centro de Control y Video Vigilancia, que por cierto no sirve para nada, pues los índices de narcomenudeo, violencia y alcoholismo azotan a la sociedad del puerto, al menos así lo arrojó el Centro de Investigación y Acción Social Jesuitas por la Paz.
Progreso es uno de los municipios de Yucatán que más rezago social tiene, según los expertos dio resultados alarmantes ante los problemas sociales y es que los vecinos comentaron no solo se trata de obras e infraestructura sino de bienestar social.
El programa Buen Convivir de Yucatán es el encargado de recabar datos a través del estudio social que diversas capillas religiosas llevan a cabo. Asaltos a mano armaba, homicidios y operativos anti drogas, se apoderan rápidamente del municipio cuyo control es de un empresario y no de un funcionario público, aseguran los vecinos.