La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que podría haber desabasto de jeringas que se utilizan para la aplicación de vacunas, lo que implicaría un retraso en los programas de vacunación en distintas partes del mundo.
A pocas semanas de cumplirse un año desde que empezaron a administrarse las vacunas contra la COVID, las dosis aplicadas superan los seis mil 800 millones, lo que representa el doble de todas las vacunas que se inoculaban cada año a nivel mundial y que implica que para este fin se requiere el triple de jeringas que antes.
La capacidad de producción anual de jeringas es de seis mil millones de unidades, lo que hace estimar a la OMS que el déficit podría ser de mil a dos mil millones de jeringas en 2022 si no se hace algo al respecto.
Un total de 16 mil millones de jeringas se utilizaban anualmente en todo el mundo (entre las destinadas a vacunas y a tratamientos médicos), pero el COVID ha empujado esa demanda hasta los 22 mil millones.