¡Políticos sinvergüenzas!

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¡Políticos sinvergüenzas!

Muchos afirman que hay crisis de valores. Pero la verdad es que no hay crisis de valores, sino personas en crisis por no conducirse en la vida con valores. Somos humanos y cometemos errores. Nadie puede decir que de esa agua no va tomar. Y esto es importante tenerlo presente. Sin embargo, hay ciertos grupos sociales, como los “políticos” que sí son unos sinvergüenzas.

Mientras los políticos están en campaña, aparentan ser unos santos. Pero de santos no tienen nada. Una vez ubicados en los puestos que aspiran, con sus acciones se burlan de sus electores. Parecen buitres tras el dinero del pueblo.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527), político y filósofo italiano afirmaba que “el fin justifica los medios” y que en política se vale de todo, con tal de llegar al fin que se quiere. Siguiendo la ideología maquiavélica, si para llegar al poder hay que mentir, mienta; si hay que robar, robe; porque el fin justifica los medios. Esta mentalidad maquiavélica es la que están practicando estos “disque” que el bien común es el cimiento de su ideología partidista. Les vale madre las necesidades del pueblo.

¿Qué piensa hacer? ¿Vamos a permitir que sigan vaciando las arcas del erario público y que sigan endeudando a las futuras generaciones? ¡Tenemos que despertar! No se vale que estos sinvergüenzas sigan haciendo de las suyas.

Tenemos que ser “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Es hora de demostrarlo. Un buen cristiano no permite que le den atole con el dedo. Un ciudadano honrado, que sí sabe que es ganarse el pan de cada día, jamás va a permitir que estos politiqueros corruptos aprueben  créditos tan altos, para luego beneficiarse del mismo.

Política y ética van de la mano tenemos que reaccionar. La praxis política sin ética lleva a la ruina a cualquier pueblo. Y estos políticos nos están llevando a un abismo del cual nadie podrá salvarlo.

Por lo tanto, hay que alzar la voz, y no hay que tener miedo. Este tipo de políticos, poco a poco hay que  ir desapareciendolos del campo de juego. Pero para que esta clase de mafiosos ya no lleguen a estos puestos, la familia debe retomar su papel de educadora y formadora. Los niños, los jóvenes y todos los miembros de la familia, deben ser disciplinados en lo académico, en lo moral y en lo espiritual. La familia es la primera escuela doméstica . De ella depende que, en un futuro no muy lejano, el pueblo tenga en sus instituciones, políticos más éticos y con el deseo profundo de servir con valores morales.

Por: Guily López Canto